lunes, 27 de julio de 2009

post-vacacional

Me encuentro sumergido en un sueño subrealista y pintoresco, de estos que son dignos de recordar pero nunca logramos ver mas de dos imágenes sobre el mismo al despertar, cuando de repente, suena un pitido muy a lo lejos, como una ofensa, una osadía difícil de perdonar, y, sin darme apenas cuenta, me elevo hasta la realidad abriendo los ojos a la luz del sol de las 8:35 de la mañana.

Atrás quedaron los días en los que al ver esta luz, sonreía para mi mismo, dando media vuelta, y volvía a dormir placidamente, aguardando otra hora mas, quizá tres, de sueño.

Hoy termino todo aquello, y como cualquier ser humano, me veo abocado a la mas cruel de las monotonías.

Madrugar, prepararse, salir de casa, trabajar... sin lugar para la ensoñaciones de larga duración, exceptuando las pausas para el café.

Y me miento, como todos, al pensar que no esta tan mal. Salir de casa a diario, ver la luz del sol, respirar el aire, ver a gente...

Me miento y me engaño como cualquier ser humano al que se le acabo la buena vida.

Me resisto a levantarme de la cama, y en un ultimo intento de permitirme un pequeño placer, me estiro y me desperezo, dejando al descubierto parte de mi torso que, ligeramente tostado por el sol de días atrás, me recuerda que, por el momento, ya no hay mas días de playa.

Y así, rindiéndome a lo inevitable, me levanto y me dirijo a la ducha, mientras pienso que no es tan catastrófico mi futuro inmediato, que exagero y dramatizo en exceso. Que la rutina es lo correcto...

Y me miento... Me miento tanto que me creo.

lunes, 20 de julio de 2009

En mi boca están creciendo nubes
y mi voz hoy no encuentra claros.

Se oscurecen todos mis sentidos
y se me eclipsa la razón
con una sombra de locura.

Se marchitan las flores de mi primavera
en el desierto de mis labios.

Se me otoña la mirada
y el invierno de mis ojos
me congela hasta los pasos.

Se que no debo pararme
a bailar notas de lluvia,
que me nacen de las manos
empapándome las frases.

Pero lanzo un susurro al silencio:
“Me complicas las palabras”

Y es que aun no he aprendido
a escribir finales
ni a colorear días en blanco.

martes, 14 de julio de 2009

De mi Orgullo a tus Oídos (Odios)

Que ya no me ofenden tus miradas;
Que no saben contar mas allá del cuatro.

Que los grises los cambié por sonrisas;
Y mis pasos
van al ritmo que me marcan los aplausos.

Que sonrío abiertamente,
Porque sé
que en la oscuridad si hay colores que bailen.

Que tus piedras no me llegan.
Que mis gritos tienen nombres.

Que hoy, tengo el orgullo tejido en la piel.